La obra consiste en una instalación de objetos en papel, que en su interior contienen germinaciones Estos objetos se ubican en el espacio, horizontales, sobre el piso. A sus lados poseen lámparas orientadas en diversas posiciones, que condicionan la dirección del crecimiento de los brotes Por sus formas y tamaños los objetos de papel intuyen figuras fragmentarias de vestimenta humana. En ellos realizo algunas incisiones para que penetre la luz y surjan los brotes con los que intervengo los objetos Utilizo un método germinador didáctico escolar. Voy sujetando los brotes y dirigiéndolos en función de los agujeros de luz Este accionar hace que el trabajo se aproxime a la idea de manipulación, de jardín: cerrado, limitado, como espacio artificial, y como construcción cultural Con el paso del tiempo, las plantas esbozarán un texto y, a partir de él, compongo los objetos En una primera etapa de la obra la idea de límite entre el papel y los brotes es clara, ya que no hay ninguna integración. Ambos espacios existen independientemente uno del otro. El papel es limitativo, constructivo, formativo, y aparece inerte, contrapuesto a la organicidad que se produce en su interior con la materia viva Adentro, oculto, emerge un micro paisaje casi sin formas, abierto y húmedo, que se rodea de insectos y con el tiempo comienza a retorcerse, presionando y queriendo salir En el papel aparecen marcas, surcos y agujeros, hasta su destrucción por la acción de microorganismos (Hongos) Las formas y separaciones que antes aparecían claras, ahora comienzan a borrarse Es un momento de continua transformación, de integración e in diferenciación A partir de la multiplicidad de objetos entrelazándose con las germinaciones, se crea un diálogo visual en el cual fijo la atención y realizo manipulaciones